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Pulmonary Hypertension

Hipertensión pulmonar

La hipertensión pulmonar es la presión arterial alta que ocurre específicamente en las arterias de los pulmones y el lado derecho del corazón. Esta condición puede pasar desapercibida inicialmente, luego gradualmente se vuelve más grave y puede ser fatal

La hipertensión pulmonar puede ocurrirle a cualquiera, pero a menudo afecta a personas con problemas cardíacos o pulmonares. Esta condición puede ocurrir por sí sola o ser causada por otra enfermedad.

Síntomas de la hipertensión pulmonar

La hipertensión pulmonar se desarrolla lentamente por lo que los síntomas aparecen gradualmente. Es posible que las personas que lo padecen no experimenten ningún síntoma en las primeras etapas, pero los síntomas aparecerán más tarde y empeorarán a medida que avanza la afección.

La hipertensión pulmonar generalmente se puede caracterizar por los siguientes síntomas:

  • Respiraciones cortas durante la actividad.
  • Fatiga
  • Dolor de pecho
  • latido del corazón
  • Dolor en la parte superior derecha del abdomen
  • Pérdida de apetito

Causas y complicaciones de la hipertensión pulmonar

La hipertensión pulmonar ocurre cuando las pequeñas arterias de los pulmones y sus capilares se estrechan, bloquean o dañan. Esta condición dificulta que la sangre del lado derecho del corazón fluya hacia los pulmones. Como resultado, la presión en las arterias pulmonares también aumenta.

A medida que aumenta la presión, el ventrículo derecho del corazón tiene que trabajar más para bombear sangre a los pulmones. Esta condición debilita el músculo cardíaco con el tiempo y puede provocar una variedad de complicaciones, que incluyen:

  • Insuficiencia cardiaca
  • Ampliación del corazón
  • Arritmia
  • coagulación de la sangre
  • Sangrado en los pulmones
  • Complicaciones del embarazo

Examen y tratamiento de la hipertensión pulmonar

La hipertensión pulmonar rara vez se diagnostica en sus etapas iniciales y, por lo general, solo se reconoce después de que la enfermedad ha progresado durante algún tiempo o cuando alcanza una etapa avanzada. El diagnóstico generalmente se confirma mediante exploraciones del corazón y los pulmones, así como un electrocardiograma.

La hipertensión pulmonar es una enfermedad que no tiene cura, por lo que el tratamiento se centrará más en aliviar los síntomas o en retrasar la progresión de la enfermedad.

Es importante manipularlo lo antes posible para que no se produzcan complicaciones. Además, también se recomienda a los pacientes que realicen cambios en el estilo de vida para mejorar su condición.

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